Navidad, un evento que reúne a las familias tanto en las cuidades como en las comunidades rurales, es costumbre y tradición en Tabasco. ¡Vamos a adornar! Dice toda la familia, desde los más pequeños hasta mamá y papá.
Antes no había arbolito de navidad, no había Santa Claus, no habían renos. Lo que sí había en las plantaciones era mucho pasto (también conocido como líquen o eno). Cuando llueve mucho hay mucha humedad que es donde crece el pasto. Se desarrolla y cuelga como cortinas verdes, grisáceas en las plantas madres. Con luco y costal en mano se va a la plantación y facilito se llenan 10 costales. Este pasto será usado para decorar el nacimiento o la rama ( lo equivalente a un arbolito de navidad pero más sencillo).
La familia comienza a platicar en qué lado de la casa se va a armar el nacimiento, si en la sala, en el patio o en el corredor. Aquí los nacimientos son grandes, de muchos niveles pues la gente se inspira de su fervor religioso o también, como dicen por acá: es que es zalamera (presumida).
La gente quiere hacer el nacimiento a lo grande, nada de nacimiento simple, tiene que apantallar. Principalmente va conformado por personajes religiosos como José, María y el niño Dios, sin embargo, a algunos les gusta que hayan más personajes y hasta se atreven a poner algún apache, algunos santos, incluso al llanero solitario, esto es para poder decir “mi nacimiento está lleno”. Asimismo, se tiene que encargar la casita de madera para el nacimiento que es el tema central de éste. Se encarga al mejor carpintero o lo elabora el papá o los propios niños con ramas secas que se escogen.
Pudiera ser que en el nacimiento que se va a preparar falta el niño Dios, se revisan las figuras de San José o la Virgen María para ver si no les falta un dedo una nariz hay que retocarlos mandarlo con el del mercado para que los repare. Eso sí, el burro y el buey tienen que estar bien retocaditos porque su nacimiento que va zalameriarse tiene que estar impecable. Junto al pesebre estarán los pastorcitos, los Reyes Magos. En el mercado se va comprar esferas de vidrio, los candilitos de papel, comprar muchas velas de cera, de espelma de para fina para que dure en las procesiones.
Empiezan los ensayos de los pastorcitos, su vestimenta toda blanca, las niñas con delantalitos y los sombreros con unos espejitos redondos y unas florecitas. Se escogen a los niños más obedientes que van a estar en los ensayos cada tarde para, que vayan bien aprendidos los cánticos cuando van caminando por la comunidad. Una persona va preguntando por las casas si van a recibir a los pastorcitos para que canten el nacimiento. Una vez acordado, una persona mayor vestida de blanco acompaña a los niños, van cantando y visitando todos los hogares donde son bienvenidos.
Para las posadas se organiza la Pastorela. Se escoge a la niña más bonita para ser la Virgen María; y el chamaco más gordo, más botijón y más alto es el San José porque está grande. Los demás niños son angelitos o pastorcitos. El diablito nunca falta, escogen al chamaco más maldoso porque ese no tiene que estar ensayando la maldad. Para el Arcángel, escogen a ese niño bueno callado que le da pena porque no quiere salir en esta pastorela porque le da vergüenza pero la mamá lo obliga -tienes que salir una pastorela y ahí le traba el cotón blanco y el arito en la cabeza y sus alitas hechas de papel de China, ese es El Arcángel San Gabriel. Se está pendiente también si hay niños tiernitos, se fijan quien acaba de tener el chamaquito para que se los preste, para que anden en esa en rama o en esa pastorela… un niño fuerte porque ese chamaquito no puede andar turuntuneando buscando un resfriado le caiga un cohete o espelma de la vela que se está derritiendo.
Y es así, como se viven esas fechas decembrinas en la Chontalpa (Tabasco).